Nota Periodico Reforma : Llevan agua limpia a Xala
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Llevan agua limpia a Xala
"Todos se veían sorprendidos. El filtro tiene cuatro llaves y los niños de inmediato se sirvieron, no sin antes preguntar si sabía igual que el agua hervida", apuntó Hardy. Foto: cortesía Fundación Motodestinoc
Una vez armado, el líder de la asociación Matías Hardy explicó, con el apoyo de una líder de la comunidad, quien tradujo al náhuatl, su funcionamiento. Foto: cortesía Fundación Motodestino
A través de una caravana de motociclistas, la Fundación Motodestino, dedicada a trabajar el reparto justo de agua potable, llevó un filtro purificador de agua a la localidad de Xala, Veracruz. Foto: cortesía Fundación Motodestino
El tanque que tiene cuatro llaves y puede durar hasta 100 mil litros de agua o 3 años fue transportado en motocicleta. Foto: cortesía Fundación Motodestino
El convoy partió desde el Distrito Federal hasta la localidad veracruzana, donde, hasta el fin de semana, la única forma de acceder al agua potable era mediante el hervor de la lluvia recolectada. Foto: cortesía Fundación Motodestino
Con coronas y collares de flores, los habitantes de Xala dieron la bienvenida a los miembros de la fundación. Foto: cortesía Fundación Motodestino
Visiblemente entusiasmados, los niños de la comunidad levantaron la caja en la que se transportó el dispositivo purificador. Foto: cortesía Fundación Motodestino
El salón de clases de la escuela de la comunidad sirvió de refugio para armar el filtro. Foto: cortesía Fundación Motodestino
Una vez armado, el líder de la asociación Matías Hardy explicó, con el apoyo de una líder de la comunidad, quien tradujo al náhuatl, su funcionamiento. Foto: cortesía Fundación Motodestino
Los espectadores vieron cómo agua totalmente mezclada con tierra salía del filtro potabilizada en menos de 10 minutos. Foto: cortesía Fundación Motodestino
"Todos se veían sorprendidos. El filtro tiene cuatro llaves y los niños de inmediato se sirvieron, no sin antes preguntar si sabía igual que el agua hervida", apuntó Hardy. Foto: cortesía Fundación Motodestinoc
Una vez armado, el líder de la asociación Matías Hardy explicó, con el apoyo de una líder de la comunidad, quien tradujo al náhuatl, su funcionamiento. Foto: cortesía Fundación Motodestino
"¿Sabe como agua hervida?", preguntaron los niños de la localidad de Xala, Veracruz, al colocar su vaso debajo de un filtro en donde agua completamente sucia fue potabilizada en minutos.
El pasado fin de semana, la Fundación Motodestino, una asociación sin fines de lucro que trabaja para el reparto justo de agua potable, llevó el dispositivo desde el Distrito Federal, en una caravana de motociclistas.
El Tanque Bebedero Purificador de Agua "Life Straw" tiene cuatro llaves y puede durar hasta 100 mil litros de agua o 3 años.
En esta localidad veracruzana la única forma de acceder al agua potable era, hasta el fin de semana, mediante el hervor de la lluvia recolectada. El filtro funcionará, sobretodo, para abastecer del recurso a una pequeña escuela del pueblo.
De acuerdo con la lista del Consejo Nacional de Evaluación de la Política del Desarrollo Social (CONEVAL) de 2010, el municipio de Mixtla de Altamirano, al que pertenece Xala, ocupa la cuarta posición de 15 comunidades con mayor porcentaje de población en situación de pobreza extrema con el 97 por ciento.
Los habitantes de la localidad recibieron emocionados a los motociclistas, incluso les entregaron coronas y collares de flores en señal de bienvenida.
"Al ver la caja con el filtro, los niños la levantaron emocionados para meterla a un salón de la escuela de la comunidad", describió Matías Hardy, líder de la asociación.
Después de armarlo, el argentino explicó su funcionamiento sin percatarse que nadie entendía palabra alguna pues requerían de la traducción al náhuatl. Con el apoyo de una líder de la comunidad, repitió las instrucciones.
Los espectadores vieron cómo agua totalmente mezclada con tierra salía del filtro potabilizada en menos de 10 minutos.
"Todos se veían sorprendidos. El filtro tiene cuatro llaves y los niños de inmediato se sirvieron, no sin antes preguntar si sabía igual que el agua hervida", apuntó Hardy.
Además de procurar el aprovechamiento y cuidado del agua, el activista destaca otros beneficios del filtro.
"No solamente damos agua potable con el filtro, también generamos menor consumo de leña para hervir el agua y eso genera beneficios para el medio ambiente y para la salud de las personas que están mucho tiempo en la cocina respirando esa combustión", señaló.
El motociclista afirma que seguirán en contacto con la comunidad para dar mantenimiento al dispositivo y a la espera de que se sumen más patrocinadores para ampliar el proyecto llamado Agua Dulce.
Esta entrega fue financiada por Fundación Motodestino, Ducati Polanco y con la venta de carteras Hardy Ecological Choices.
Como algunos sabrán, mi nombre es Sebastian Pedro, soy ing. Hidráulico y Civil -recibido de la UNLP- y junto a mi compañero Matías Hardy -analista en sistema y conductor televisivo-, hemos realizando un importante trabajo social y de investigación respecto al agua dulce.
Concretamente recorrimos durante más de un año todo el continente Americano en moto, con el fin de hacer un relevamiento empírico acerca de la problemática del agua en América.
Nuestro proyecto básicamente consistió y cosiste, en generar la mayor base de datos audiovisuales posible respecto de la verdadera problemática existente entorno al agua dulce y, reforzar la conciencia social respecto al uso del recurso, a través de charlas que hemos dado en comunidades, escuelas, asentamientos, etc.
Con este objetivo fue que el 28 de diciembre de 2009 partimos de Argentina dejando todo lo que teníamos aquí: nuestros trabajos estables, la seguridad de un lugar donde dormir, nuestras novias y familia, para recorrer mas de 60.000 km viajando a lo largo de 14 paises –de Buenos Aires, Argentina, a Nueva York- por tierra, con el fin de hacer visible lo invisible, o sea mostrar todo lo que logramos ver con nuestros propios ojos, en pequeños poblados como en grandes ciudades, acerca de la mala distribución del agua.
A partir de un contacto en Colombia y de varias reuniones en NY y Washington, hemos conseguido que la empresa Vestergaard Frandsen -que fabrica unos de los mejores potabilizadores de agua portátiles del mundo- nos done 100 unidades para que nosotros distribuyamos gratuitamente en los lugares mas damnificados. Este hecho, posibilitó que nuestro trabajo de investigación de campo, termine convirtiéndose también en un verdadero trabajo social.
La primera tanda de filtros los enviaron a MEXICO (donde nosotros nos encontrábamos en enero de 2011). Recibimos los mismos sin problemas y pudimos hacer una importante campaña de concientización y distribución.
Viendo los resultados de nuestras acciones, la empresa Vestergaard Frandsen nos propuso enviarnos una segunda tanda de filtros para distribuirlos en los lugares con más necesidades, cosa que aceptamos y ejecutamos felizmente.
Luego de haber concluido nuestra primera etapa del proyecto, America, decidimos volver a Argentina para producir el documental y el libro.
Por este motivo solicitamos a la empresa que nos enviara una tercera tanda de filtros para llevarlos a las comunidades Quom y Wichi del norte Argentino.
Esta tanda de filtros fue enviada por DHL a la Argentina en julio del 2011, pero nunca llegaron al domicilio especificado, ya que a pesar de venir con una factura y los impuestos pagos, fueron detenidos en la aduana, supuestamente por haber sido enviados con una factura no itemizada.
Luego de abonar de nuestro bolsillo el corte de guía en DHL (unos U$S 75 dólares) nos informaron que el tramite lo debía seguir un despachante de aduana.
Días después conseguimos un despachante que supuestamente haría el trabajo sin cobrarnos honorarios ya que se sumaría a la causa, pero unos 45 días después recibimos la triste noticia que para “destrabarlos” y retirarlos había que abonar aproximadamente $4000 en aduana en conceptos que no nos pudieron describir con claridad.
Muy decepcionados y realmente un poco indignados -ya que no nos encontrábamos en Argentina al momento de la llegada de los filtros- decidimos esperar.
A nuestro regreso del viaje, salimos en los más importantes medios de comunicación: radios, televisión, revistas, diarios y portales informativos. Por mencionar algunos ejemplos nos entrevistaron en TN Ciencia, radio Metro, radio Mitre, radio Rivadavia, diario la Nación, diario Clarín y hasta nos dieron una mención en el congreso de la Nación Argentina, como lideres del desarrollo. Con todo esto y a pesar de las cientos de promesas que nos hicieron en todos lados, los filtros nunca pudieron ser retirados de EZEIZA.
El domingo 1 de septiembre volví a revivir en carne propia la cruda realidad de las comunidades Quom, a través de una nota que salió en un informe de TV y sentí que no podía dejar que los filtros (que equivalen a 10.000 lts de agua potable) se queden en Ezeiza.
Por este motivo fue que volví al ruedo y personalmente me presente en los depósitos de Ezeiza, primero en aduana y luego en las oficinas de la TCA (TERMINAL DE CARGAS ARGENTINA DE EZEIZA).
En la aduana, luego de muchas vueltas, me dijeron que si llevo el corte de guía original más USS 90, los podría retirar.
Luego fui a TCA donde me informaron que el producto acumuló una deuda desproporcionada respecto de su valor en depósito.
El motivo de esta carta es pedir ayuda a alguien que conozca al personal jerárquico de la empresa TCA para hacerles llegar nuestra invitación para que sean parte de este proyecto y podamos retirar los filtros con el menor costo posible.
Otra opción es invitar a empresas y contactos que deseen colaborar para abonar el depósito de la mercadería para que finalmente podamos llevarlos a las comunidades que realmente lo necesitan en el norte argentino.
Si efectivamente podemos retirar los filtros nos podemos comprometer a nombrar la/las empresas en los todos los medios que salgamos en nuestra última campaña de distribución sudamericana y ser parte de nuestro documental, en los créditos del mismo.
Como último dato, tal cual consta en el corte de guía, la mercadería subvencionada por Vestergaard Frandsen para proyectos sociales tiene un valor de U$ 100.
Los filtros se encuentran en el depósito de carga de EZEIZA desde el 14 de julio de 2011.
Motodestino: recorrer el mundo en moto a favor del agua
Cuando la entrevista es con un viajero uno nunca sabe dónde tendrá lugar la cita, lo más probable es que entrevistador y entrevistado no coincidan en el espacio (a veces los tiempos tampoco son fáciles de cuadrar porque los husos horarios son traviesos en función de donde uno esté parando), así que habrá que optar por la alternativa virtual (suerte que existe).
Cuando nos pusimos en contacto, vía mail, con Matías Hardy (uno de los dos emprendedores de www.motodestino.com.ar) respondió enseguida y en dos horas ya estábamos charlando, él en México y nosotros en Argentina, a través del skype. Gracias por la rápida respuesta, le digo. Imaginate, con la pasión que tengo con esto, contesta.
Después de las presentaciones vamos directamente al quid de la cuestión, es decir, descubrir qué es motodestino y qué inspira que dos amigos se suban a sus motos para recorrer el continente americano con el agua como impulsor.
¿Cómo surge la idea de motodestino y en qué consiste este proyecto?
Esta historia comenzó en 2009. Primero fue la idea. Decidimos unir nuestras especialidades, Sebastián Pedro es un ingeniero hidráulico con mucha conciencia ecológica y yo que, aunque soy analista de sistemas, he trabajado durante mucho tiempo en televisión. Así que queríamos sumar nuestros conocimientos y emprender una odisea a favor del agua uniéndolo a la pasión que compartimos: las motos. También era importante para el proyecto que ambos provenimos de relaciones distintas con el agua. Yo soy de Formosa, una provincia pobre y con escasez de agua, y Seba es de Tandil (provincia de Buenos Aires), un lugar rico, con tierra muy fértil y mucha agua. Esas realidades opuestas sumarían en el objetivo final y en la vivencia del camino.
¿Cómo pensasteis el diseño del viaje?
Decidimos dividirlo en tres etapas. La primera sería recorrer América – de Buenos Aires a Nueva York-, la segunda se traza entre África y Europa y la tercera y última se desarrollará en Asia y Oceanía. Nos pusimos en ruta en diciembre de 2009 y concluimos la primera etapa en junio de 2011.Fueron 15 meses de viaje. 15 países y 60.000 kilómetros recorridos.
En cuanto a la metodología para documentar las realidades apostamos por la experiencia. Yo aprendí durante mi trabajo en televisión que la mejor manera de investigar es a través del trabajo de campo, es decir, vivir la vida de los lugares, pasear las calles, conversar con la gente. Esa es la base, después contarlo, en el soporte que sea, para compartirlo.
Despertando la curiosidad
La filosofía del viaje era transitar el continente de forma empírica, apostando por la vivencia experimental que permite contrastar las realidades, aprender de los lugares donde se han incorporado soluciones para proponerlas en los que las necesitan y aún no las conocen. Así encendieron los motores y los dos amigos que no querían viajar por viajar comenzaron a rodar movilizados por un objetivo que sumase para el bien común: concienciar para el uso responsable del agua. La curiosidad que generaron a su paso no fue menor para los espectadores aunque era la versión aventurera de este viaje la que, en principio, más interés generaba, al fin y al cabo, dos hombres subidos en una moto, habiéndolo dejado todo atrás para ponerse en ruta, con la incertidumbre del camino, no es habitual. Ese interés fomentó que muchos medios de comunicación mostraran interés y le dieran voz a motodestino.
Una vez en camino, ¿Cómo se fue recibiendo el mensaje entre la gente?
No es tan fácil que el mensaje de la problemática del agua cale en la gente. Las preocupaciones son otras y son mucho más banales. Si hablamos en general, no existe una conciencia generalizada con respecto al agua, y eso que hay lugares donde la escasez es un problema serio, como en Bolivia, en el norte argentino o en el norte de Brasil. Como suele pasar con casi todo, la conciencia existe en los lugares con escasez. Por el contrario, donde el agua sobra, lo que se manifiesta es el derroche escandaloso.
¿Cuáles fueron las primeras conclusiones?
Uno de los descubrimientos es que el problema principal no es la falta de agua sino la mala distribución. El agua se ha convertido en una mercancía más y por tanto hay muchos intereses al respecto. En realidad, implementar medidas de cuidado del agua es muy simple y además son beneficiosas para la economía personal y la de las empresas o gobiernos. Pero no interesa. Son pocos los que están haciendo apuestas efectivas en este sentido, como en el sur de Brasil donde las construcciones ya empiezan a tener sistemas de captación de agua de lluvia.
¿Podemos hablar de denominadores comunes?
En Latinoamérica el denominador común es la falta de inversión de los gobiernos. Eso tiene que ver, por ejemplo, con que potabilizar el agua no es visible puesto que es una intervención que va por debajo del suelo. Por el contrario, un político sí se muestra cortando un moño (cinta) cuando inaugura un edificio. Esto evidencia que es muy difícil generar conciencia a largo plazo.
Entonces, ¿cómo definirías la tarea, frustrante o estimulante?
Es una mezcla de ambos. Hay momentos para todo. Por ejemplo, logramos el apoyo de una empresa de filtros potabilizadores y pudimos hacer entrega de ellos en lugares donde la problemática con el agua es mayor. La cantidad de agua dulce en el mundo es muy poca y cada vez somos más. Hay unos pocos que se están aprovechando, muchos los que padecen las consecuencias. El desafío es estimulante pero también es demoledor ver que hay gente que no tiene pelo o dientes por la cantidad de arsénico que tiene el agua.
En cuanto a lo positivo, también tuvimos otros apoyos, por ejemplo, Hostelling International nos permitió alojarnos en varios lugares por cortesía, lo que nos posibilitó descansar bien para poder trabajar. La provincia de Formosa también nos ayudó. Económicamente no fue mucho pero sumó. La mayor parte del viaje, en cualquier caso, nos la hemos costeado nosotros. Lo mejor ha sido concluir la primera etapa como la habíamos pensado.
Cuéntanos cómo fue el itinerario y qué realidades os fuisteis encontrando
Como ya dije, el viaje comenzó en diciembre de 2009 en Buenos Aires. De Buenos Aires continuamos hacia los esteros del Iberá donde la cantidad de agua es impresionante, debido a los acuíferos. Continuamos camino aCorrientes y Formosa. En Formosa hicimos un estudio de cómo se administran los recursos hídricos. Después llegamos a Salta y Jujuy, donde nos encontramos con realidades chocantes: la gente está sufriendo la sobreexplotación de la tierra, se construyen hoteles enormes, se ensucia el agua o se construyen campos de golf que consumen toda el agua.
Después nos fuimos a Bolivia, donde el contraste es importante. EnTupisa, por ejemplo, hay gran contaminación de arsénico, de hecho quisimos hacer notas en hospitales y nos sacaron. Y luego llegóCochabamba, uno de los lugares más problemáticos, donde en el año 2000 se dio la primera guerra del agua a nivel mundial porque se privatizó la empresa y se aumentó en un 400% el valor.
Seguimos a la frontera con Brasil y tuve un accidente, me caí de la moto y tuvimos que parar un mes, alojados en un convento de monjas, en Miranda(límite con Paraguay) y donde Seba me acompañó con toda la paciencia. Cuando me recuperé continuamos por las Cataratas de Iguazú y de ahí seguimos a la costa brasileña, una zona donde se concentra la mayor población del país. En el sur de Brasil, encontramos gente con muy buenas ideas y después llegamos al Norte, una zona muy seca del país, que tiene agua de mala calidad, lo que implica un alto índice de mortandad por la falta de higiene. Eso lo pudimos contrastar con la realidad del Amazonas, que debajo tiene un acuífero importante que los “condena” a tener agua hasta el fin de la historia.
Continuamos ruta para conocer la realidad de Venezuela, un país muy rico en los papeles pero pobre en lo social. Les falta absoluta distribución, de hecho no existe la distribución de agua. En Caracas, por ejemplo, cada uno tiene que comprar su camión de agua para que le llegue a su casa. El problema con el agua en el país es tremendo. Como ejemplo significativo es que podés comprar 70 litros de gasolina por un dólar y el agua sale carísima, vale su peso en dinero. Además, nos encontramos con gente que perdía la vista o chicos mancos debido a la falta de conciencia con respecto a los pesticidas; se siembra hasta muy cerca de los ríos, entonces todos los pesticidas van al agua, se contamina y esa agua la bebe la gente.
Seguimos ruta a Colombia, el país más avanzado con la conciencia del agua en América. Tienen políticas para cuidar los páramos, mucha conciencia con respecto al uso, hay lugares que en los que incluso se pena el abuso. Además, tienen sistemas muy naturales de la captación, se toma el agua sin casi tratarla de las cimas de las montañas. Sin embargo, hay un contraste con la costa, cerca de la frontera con Panamá, donde la gente consume agua en muy mal estado, sufren graves problemas derivados de ese consumo.
Otra de las experiencias intensas fue cruzar el Caribe a bordo de un velero donde el agua dulce, en una semana, era el bien más preciado. Y ahí te das cuentas de lo necesaria que es. Vivirlo en carne propia te hace más consciente.
El camino continuó y caímos justo en época de lluvias en Centroamérica, así que el agua fue un problema, se llevaba puentes, carreteras y al tiempo, llegaba muy sucia y era muy difícil beber agua buena. También descubrimos que Costa Rica es un país muy avanzado en ese sentido.
México llegó después y mostró una realidad muy dura. El DF es una mega ciudad que tiene que acarrear agua de 70 km. Uno se da cuenta de la falta de planificación, de que las obras se hacen a corto plazo. Después tuvimos que vivir momentos realmente difíciles en el Norte de México, con la problemática del narco. Vimos gente asesinada en plena calle, con ametralladoras y eso fue muy duro.
Continuamos ruta y cruzamos la frontera con Estados Unidos, ahí la realidad es otra, totalmente diferente. Es otro mundo. Tienen más de 400 litros de agua por persona y tienen más recursos para facilitar el agua pero en algunos casos están llegando a situaciones extremas, por ejemplo, enNueva York no pueden beber agua de sus reservas sino que tienen que acarrear agua de 150 km de distancia.
Así aprendimos. El camino nos fue mostrando y fuimos sacando conclusiones. Fue un camino largo. 15 países. 60.000 km. Y algo muy importante es que las motos se portaron muy bien.
Lo curioso fue que cuando volvimos a Argentina, estábamos muy contentos porque la empresa de filtros nos había donado un montón para repartir, lo triste fue que quedaron varados en la aduana y no los pudimos distribuir.
¿Qué otros impedimentos os encontrastéis?
Éramos incómodos en muchos ambientes, así que para cuidar nuestra integridad apostamos más por llegar al consumidor final. En Salta, por ejemplo, con el tema de la megaminería, nos advirtieron que no nos metiéramos con ese tema para no pasarlo mal. Y eso se puso un poco pesado.
Lo que queda pendiente
Matías dice que han cumplido el objetivo, experimentar y documentar la primera parte y que lo lograron gracias a sus recursos y a la ayuda de la gente. Ahora queda todo lo demás: editar el libro y producir el documental. El libro está terminado, solo faltan matices de edición. Esto también tendrán que hacerlo solos. Se reunieron con un par de editoriales que después de buenas palabras no han concretado nada. Lo mismo pasa con las productoras y el documental, los elogios son grandes pero no se definen los compromisos.
Concluida la primera etapa, quedan dos más. Ahora el viaje lo hará Matías solo. Sebastián ha decidido parar, aunque sigue colaborando en lo logístico y lo informativo. Para emprender rumbo a África, Matías está trabajando en México para ahorrar. Su pretensión es ponerse en ruta en junio de 2013. Le gustaría tener el libro publicado aunque espera contar con apoyos de gente que quieran sumarse a la causa, eso sí, motodestino no quiere involucrar a grandes empresas o gobiernos que condicionen el objetivo, por eso las aportaciones individuales serán bien recibidas y serán las más útiles.
Estamos a punto de terminar la entrevista, aunque la conversación daría para mucho más, pero queda una pregunta pendiente
¿Qué aprendiste en el camino, que incorporaste a tu vida?
Soy más humano, me siento más sensible con respecto a muchas cosas, aprendí a no tener nada y a tenerlo todo en el camino. Aprendí a despojarme de cosas y en ese proceso te das cuenta que el dinero no es fundamental, lo más importante es el tiempo. Aprendí a mirar a los ojos, a conocer a alguien a través de la mirada. Aprendí a cuidarme. Aprendí a manejar mejor la moto (se ríe cuando lo cuenta). La gente es más buena que mala y todos tenemos algo para enseñar. Vi amaneceres y atardeceres increíbles, algo a lo que uno no dedica demasiado tiempo. Tuve una gran conexión con la naturaleza y con Dios. Nunca más he tenido angustia en mi vida y eso me genera muchos beneficios. Aprendí a ser más templado, más paciente. Aprendí a esperar. Aprendí a vivir con lo mínimo y a tener mucha calidad de vida. Aprendí a ser agradecido, a dar, y sé que eso circula todo el tiempo. Ah, y me reí mucho durante todo el viaje, lo pasamos muy bien. Todo fue espíritu positivo.
Nos despedimos después de más de una hora de charla y me dice algo más, se trata de hacer el bien y ser libre porque pasar por la vida y hacer lo mismo que hace todo el mundo… no tiene sentido.
Sabemos que más de dos tercios de La Tierra son agua. Por supuesto: de esa cantidad, la mayoría es agua salada. De lo poco que queda, mucho no es accesible (está congelada en glaciares y capas subterráneas llamadas permafrost). Y del otro poquito que no está congelado,gran parte es vapor y humedad. Y del resto, no toda es agua potable. En el siguiente gráfico se ven claramente las proporciones y distribuciones...
Domingo 27 de mayo de 2012 | Publicado en edición impresa
Sociedad
Viajar con espíritu altruista
No se ven a sí mismos como turistas sino como viajeros: embarcados en causas humanitarias o ecológicas, o porque buscan tender un puente entre culturas diferentes, una forma alternativa de conocer el mundo dándole un sentido a esa experiencia comienza a entusiasmar a cada vez más argentinos
Sebastián Pedro y Matías Hardy idearon "Moto-destino", un viaje en tres etapas por los cinco continentes para documentar, cámara en mano, la escasez de agua dulce en el planeta.
Hace dos años, después de aterrizar en Soweto, una ciudad a 24 kilómetros de Johannesburgo, Sudáfrica, Enzo Buono, un productor de música argentino, le entregó de forma voluntaria su iPod a un hombre que a todas luces parecía un pandillero. En el aparato corría el video de la canción "Stand by Me", cantada en partes por una decena de personas de distintas razas y desde diferentes países. "Así que esto es lo que hacen", dijo. "Mientras estén en nuestro territorio, los cuidaremos a usted y a sus amigos", masculló, mientras le devolvía el aparato.
La escena le recuerda a Buono, de 43 años, que el viaje que emprendió hace 8 años y que lo ha llevado a más de 20 países con el propósito de unir al mundo con la música tiene sentido. "Aquella vez, el guía no salía de su asombro. Esa era la pandilla más peligrosa de Soweto. No sólo no nos robaron, sino que nos ayudaron. Esas cosas me dan la esperanza de que con la música se puede sentir la unidad y el amor sin ninguna división", cuenta Buono.
La historia empezó en 2002, cuando Enzo tocaba en una calle de Santa Mónica, Estados Unidos, y tropezó con Mark Johnson y Johnatan Walls, directores de cine y miembros de la fundación Playing for Change, quienes estaban trabajando en un documental de músicos callejeros.
Tiempo después, él estaba viajando por todo el mundo produciendo música para unir culturas. Cuando Enzo relata su trabajo, lo hace parecer más simple de lo que es: "Se elige una canción y se graba la base con un guitarrista, por ejemplo. Luego viajamos al destino elegido en cualquier continente, montamos un estudio callejero con nuestra computadora, cámaras y micrófonos. Le ponemos los auriculares al músico para que escuche la melodía de base y tenemos tres horas, que es lo que nos dura la batería, para que cante un estribillo y hacer que funcione".
En Botswana, Africa, la antropóloga Teresa Usandivaras y el abogado Carlos Valiente Noailles se han esforzado por comprender y registrar la riqueza de la cultura local..
"Cuando llegue la noche y se oscurezca la tierra, no tendré miedo, mientras estés a mi lado", canta Roger Ridley, un hombre negro, con su guitarra desde Santa Mónica. "Cariño, quédate a mi lado", responde Clarence Beeker, un joven de apariencia humilde frente a su casa en Amsterdam, mientras revuelve su melena, de la que asoman algunas rastas. La canción la completan personas en Brasil, Venezuela, España, México, Rusia, Sudáfrica, Italia y Francia, países a los que viajó Enzo para capturarlos en imagen y sonido.
Viajeros, no turistas
Lentamente, viajeros como Enzo han ido apareciendo en la escena. Como rasgo de una época en la que el "encuentro de culturas" es una posibilidad y a la vez un objetivo altruista, al lado del sol y la playa fueron delineándose otro tipo de posibilidades turísticas, culturales, exóticas y hasta de aventura que animaron a los viajeros a emprender camino hacia lugares en los que la intención no era sólo relajarse o recorrer los imperdibles de las guías turísticas.
En ese sentido, Dean MacCannell, sociólogo norteamericano y profesor en la Universidad de California, autor de los libros El turista y Lugares de encuentro vacíos, asegura que en los tiempos contemporáneos, los viajes representan muchas veces un esfuerzo colectivo por unificar un mundo cada vez más contradictorio y fragmentado. "El acto de viajar nos ayuda a construir totalidades sobre la base de nuestras experiencias dispares", escribe en el primero de esos libros.
Justamente la búsqueda de experiencias directas singulares, extraordinarias y movilizadoras da lugar a una categoría distinta de la del turista: el viajero.
Como dice Ana Correa, autora del libro Ciudades, turismo y cultura, "el viajero trabaja en algo, está activo y procura enérgicamente la búsqueda de gente, de aventuras y de experiencias, mientras que el turista es un buscador de placer, un ser más pasivo que espera que le ocurran cosas interesantes y que todo se le haga a él y para él". El viajero contemporáneo suele tener, además, tanta curiosidad como espíritu solidario.
Casi un año pasaron Regina Rabellino y Marcos Canal recorriendo la Argentina, partes de Chile y Uruguay, en su luna de miel, difundiendo el cuidado del medio ambiente. Foto: Gentileza
En estos términos, Sebastián Pedro y Matías Hardy son dos "viajeros" argentinos en todo el sentido de la palabra. Hardy nació en El Colorado, Formosa, hace 34 años, y fue allí en donde sintió de cerca, por primera vez, la escasez de agua. Años después conoció a Sebastián, casi contemporáneo, un ingeniero hidráulico experto en el manejo del agua y oriundo de Tandil. La pasión por las motos, las ganas de emprender un viaje sin muchos límites y la intención de hacer un aporte a la sociedad los unieron en la que consideran la gran aventura de su vida.
El proyecto, al que nombraron "Moto-destino", consiste en recorrer en tres etapas los cinco continentes en moto y documentar, cámara en mano, la problemática actual sobre el agua dulce. El 28 de diciembre de 2009, luego de vender muchas de sus pertenencias, regalar otras tantas y decir adiós a sus parejas y amigos, emprendieron el viaje desde el barrio porteño de Palermo. La primera etapa duró 16 meses: atravesaron 14 países, más de 60.000 kilómetros de rutas en moto, otros 2000 navegando y documentaron cerca de 250 horas de material audiovisual en alta definición. Entre ellas, la imagen imborrable de una familia en Turbo, un municipio de la zona antioqueña colombiana, que todos los días, en burro o caminando, traslada desde un grifo de agua contaminada unos cuantos bidones con el líquido.
En Colombia, el responsable de una empresa de agua que entrevistaron les regaló dos filtros llamados Lifestraw, un sistema sencillo, similar al de un sorbete, que con una vida útil de tres años filtra hasta mil litros de agua. Dos filtros no eran suficientes. Viajaron entonces a golpear la puerta de la empresa que producía el filtro en Washington. "No nos importó nada. Ibamos y nos decían que volviéramos al día siguiente, y así sucesivamente. Un día sucedió. Nos dieron los filtros y pudimos repartirlos en México, en Tlamacazapa, una población de 6500 habitantes que caminaban más de dos horas hasta unos pozos de agua contaminada", cuenta Sebastián Pedro. Los viajeros gestionaron otros 100 filtros para la Argentina. Hoy son parte de los objetos que sin sentido están retenidos en la Aduana. "No es justo que una donación de 10.000 dólares se pierda así", reclama Sebastián.
Los "viajeros con sentido" se proponen muchas veces no tanto difundir un mensaje como rescatar palabras, experiencias y patrimonio que silenciosamente está en peligro. En ese sentido, la socióloga Verónica Giordano afirma que "la repetición de estas experiencias puede convertirse en un fenómeno social que responde al agobio de un ser urbano que busca un nuevo refugio y lo encuentra en la reivindicación de derechos de personas o situaciones excluidas de su cotidianeidad".
En Botswana, Africa, más específicamente en los 52.000 metros cuadrados que comprenden la central Kalahari Game Reserve, Teresa Usandivaras, música y antropóloga argentina, encontró un mundo extraordinario. En la reserva, a la que viajó en ocho oportunidades junto a Carlos Valiente Noailles, un abogado que luego de una visita al continente africano se puso como objetivo entender y documentar la riqueza de los grupos bosquimanos que allí viven, encontró lejos de casa un sentido para conocer una parte de Africa cada año.
Los bosquimanos, cazadores-recolectores, fueron obligados a incorporarse a la cultura hegemónica de su país en 1982. Se les prohibió cazar, se los expulsó de sus territorios y se los forzó a renunciar a sus tradiciones. Casi 1400 personas pasaron por un proceso abrupto y doloroso. "Teníamos que contar la otra historia del desalojo de estos grupos. Las historias pueden quebrar la dignidad de un pueblo, pero también pueden reparar esa dignidad rota", dice Teresa, quien recuerda sus travesías entre falta de agua, terrenos difíciles, charlas gestuales con las mujeres bosquimanas, recorridos por aldeas y el aprendizaje de una cultura sabia, respetuosa del ambiente, organizada y con una tradición oral infinita.
El país en bicicleta
Lunas de miel hay de todo tipo. Pero una luna de miel con sentido ecológico, rara vez. Regina Rabellino, arquitecta, y Marcos Canal, contador, son dos jóvenes de Capitán Sarmiento que una semana después de casarse en 2010 emprendieron un viaje de once meses en bicicleta con la intención de transmitir un mensaje de cuidado del medio ambiente.
Desde Buenos Aires hasta Ushuaia, pasando por Chile, el nordeste argentino y Uruguay, esta pareja viajó en dos ruedas por todas las provincias difundiendo entre los locales, algunos colegios y medios de comunicación comunitaria acciones sencillas para cuidar el medio ambiente.
"A nadie le cuesta usar la bicicleta para desplazarse, cuidar y recolectar el agua de lluvia para reutilizarla, utilizar envases retornables o apagar las luces que no se usan. Nosotros queríamos llamar la atención con nuestro viaje en un vehículo que no contamina y de paso ir sembrando semillitas de cuidado con el ambiente", cuenta Regina.
El turismo masivo y convencional que es marca de esta época se ha señalado varias veces como la vía por la cual se busca "lo auténtico". Hay quienes se esfuerzan por andar caminos menos transitados, más alejados del marketing de la felicidad, para encontrarlo..
Luego de haber recorrido más de 15 países americanos en moto con el objetivo de hacer un relevamiento empírico de la problemática de la mala distribución del agua dulce a nivel mundial, el tandilense Sebastián Pedro, ingeniero hidráulico, y el formoseño Matías Hardy, analista en sistemas, acaban de ser galardonados por el Congreso de la Nación Argentina con la Distinción “Gobernador Enrtique Tomás Castro” como líderes para el desarrollo, por su aporte al desarrollo económico integral de América Latina. Es importante aclarar que la travesía americana de estos dos comprometidos protagonistas, constituyó la primera etapa de su proyecto “Agua dulce-Moto destino” mediante el que proponen recorrer los cinco continentes en moto para hacer un relevamiento de campo sobre la crisis de agua dulce a nivel mundial. En un acto reciente que tuvo lugar en el Salón de Los Pasos Perdidos de la Cámara de Diputados de la Nación, Sebastián Pedro y Matías Hardy, recibieron la Distinción “Enrique Tomás Castro” que forma parte del Programa de Apoyo a la Iniciativas de los Gobiernos locales y es entregada, en forma conjunta, por la Federación Argentina de Municipios, la Federación Latinoamericana de Ciudades, Municipios y Asociaciones de Gobiernos Locales, la Asociación Shalom y el Senado de la Nación Argentina. “Para nosotros es muy importante este reconocimiento porque nos motiva a seguir renovando nuestro compromiso con el proyecto” explica Matías Hardy con el diploma de la distinción entre sus manos. Sebastián Pedro, por su parte agrega que, “después de más de un año de viaje en moto por América y absolutamente convencidos del valor de nuestro proyecto, hoy estamos en una etapa de procesar todo el material recopilado, a través de videos en HD, fotografías y relevamientos realizados mediante entrevistas y vivencias con la gente de distintas comunidades afectadas por la falta de agua dulce. Actualmente estamos trabajando en la publicación de un libro que nos están por editar y que apunta a la concientización sobre la problemática. Ocurre que hoy podemos decir con alguna autoridad tras nuestra experiencia y nuestros conocimientos, que en realidad el problema concreto no es la falta de agua, sino la mala distribución del suministro. Creemos que aún tenemos mucho para investigar y eso nos motiva a ir siempre más allá de los libros y de los datos estadísticos publicados”. “Ir más allá” para estos dos profesionales fue -desde que emprendieron la primera rueda americana asa tarde lluviosa del 21 de diciembre de 2009-, dejar literalmente la oficina y salir en dos ruedas a recorrer rutas, senderos, grandes ciudades y pueblitos perdidos, con el objetivo concreto de agarrar el toro por las astas de este grave problema. Así en sus dos motos Honda Transalp más que equipadas y muy pocas cosas en su mochila, vivieron experiencias extremas y absolutamente enriquecedoras para aportar soluciones. De este modo Sebastián Pedro y Matías Hardy explican –con muchas imágenes retenidas para siempre en sus miradas- que todavía tienen enorme trabajo por delante y que la distinción que acaban de recibir es mucho más que un mero reconocimiento. Aquellos que quieran conocer todos los detalles de este mega emprendimiento solidario pueden entrar en www.motodestino.com.ar
Moto Destino recibió una Distinción del Senado del la Nación
Luego de un par de meses de nuestra vuelta el senado de la Nación argentina nos ha entregado una importante distinción, nada menos que una mención como lideres del desarrollo social. Esta mención ha sido un importante reconocimiento para nosotros en nuestra labor social en más de 15 piases, que por momentos ha sido casi en silencio.
Hoy podemos decir que estas cosas más alla de alegrarnos, nos inspiran a seguir adelante renovando nuestro compromiso con el proyecto.
Profetas en nuestra tierra Luego de un par de meses de nuestra vuelta el senado de la Nación argentina nos ha entregado una importante distinción "Gobernador Enrique Tomás Cresto" , nada menos que una mención como lideres del desarrollo social. Esta mención ha sido un importante reconocimiento para nosotros en nuestra labor social en más de 15 paises, que por momentos ha sido casi en silencio. Hoy podemos decir que estas cosas más alla de alegrarnos, nos inspiran a seguir adelante renovando nuestro compromiso con el proyecto.
Los habitantes utilizan una gran cantidad de agua para beber, cocinar y lavar. Pero utilizan todavía más en la producción de bienes tales como alimentos, papel, prendas de algodón, etc. La huella hídrica es un indicador de uso de agua que tiene en cuenta tanto el uso directo como indirecto por parte de un consumidor o productor. La huella hídrica de un individuo, comunidad o comercio se define como el volumen total de agua dulce que se utiliza para producir los bienes y servicios consumidos por el individuo o comunidad así como los producidos por los comercios.
La relación entre consumo y uso de agua
“El interés por la huella hídrica se origina en el reconocimiento de que los impactos humanos en los sistemas hídricos pueden estar relacionados, en ultima instancia, al consumo humano y que temas como la escasez o contaminación del agua pueden ser mejor entendidos y gestionados considerando la producción y cadenas de distribución en su totalidad” señala el Catedrático Arjen Y. Hoekstra, creador del concepto de la huella hídrica y director científico de la “Red de la Huella Hídrica”. “Los problemas hídricos están a menudo íntimamente relacionados con la estructura de la economía mundial. Muchos países han externalizado significativamente su huella hídrica al importar bienes de otros lugares donde requieren un alto contenido de agua para su producción. Este hecho genera una importante presión en los recursos hídricos en las regiones exportadoras, donde muy a menudo existe una carencia de mecanismos para una buena gobernanza y conservación de los recursos hídricos. No solo los gobiernos sino que también los consumidores, comercios y la sociedad en general pueden jugar un papel importante para alcanzar una mejor gestión de los recursos hídricos.
Algunos hechos y cifras
La producción de un kilo de ternera requiere 16.000 litros de agua.
Para producir una taza de café se necesitan 140 litros de agua.
La huella hídrica de China es alrededor de 700 metros cúbicos por año per capita. Solo cerca del 7% de la huella hídrica de China proviene de fuera de China.
Japón tiene una huella hídrica total de 1150 metros cúbicos por año per capita, alrededor del 65% de esta huella proviene de exterior del país.
La huella hídrica de EEUU es 2.500 metros cúbicos por año per capita.
La huella hídrica de la población española es 2.325 metros cúbicos por año per capita. Alrededor del 36% de esta huella hídrica se origina fuera de España.
Llegaron la segunda tanda de filtros donados por lifestraw a la Argentina, pero por un problema en aduana (fueron caratulados como mercancía en contacto con alimentos, cosa que entendemos que no corresponde porque son filtros) se encuentran detenidos en Ezeiza.
Filtros que distribuimos en lugares que tiene problemas con el agua.
DHL nos informo que no puede entregar los filtros en destino, sino que debemos pagar 60 dolares por la documentación e ir a Ezeiza a hablar con alguien de la aduana de la terminal de carga TCA (http://www.tca.aero/) a ver si podemos retirarlos o conseguir un despachante de aduana.
Realmente estas cosas nos dan mucha bronca ya que en otros países no hemos tenido ningún problema con los envíos de equipos pero aquí siempre se complica, ya debimos perdernos varias tardes con las motos.
Pedimos por favor que si alguien conoce alguna persona que trabaje en la aduana, conozca algún despachante de aduana que nos asesore o tenga alguna forma de ayudarnos a retirar estos filtros estaríamos mas que agradecidos.
No contamos con muchos recursos y seria una pena que no podamos sacar los filtros ya que el único fin que tienen es ser donados en lugares donde se necesitan realmente.
Los cinco continentes en moto para hacer un relevamiento empírico sobre la crisis del agua dulce
Sebastián Pedro ( Ingeniero Hidráulico y experto en el tema) y Matías Hardy (Analista en sistemas con amplia experiencia) son los dos protagonistas de esta aventura científica que hoy culminó su primer etapa: el continente americano.
Tras recorrer en un año y dos meses 14 países, más de 300 ciudades y poblados en dos ruedas, y registrar 150 horas de video documental sobre la problemática, consuman su retorno heroico y formal a Capital Federal, el próximo sábado 7 de mayo, a las 14.30 con una caravana de concientización que tendrá su punto de partida en la YPF, ubicada frente a la bajada de Show Center. Motoqueros y automovilistas que siguieron esta magistral epopeya, día a día, a través de la página web http://www.motodestino.com.ar/ los acompañarán el sábado, en este recorrido que abarca: Panamericana, Lugones, parques de Palermo, Av. Del Libertador y Av. 9 de Julio hasta llegar al Obelisco porteño. Con el objetivo puntual de aportar datos científicos y empíricos que permitan aportar soluciones a la mala distribución de agua potable a nivel mundial, el sueño de Sebastián Pedro y Matías Hardy comenzó el 28 de diciembre de 2009, cuando partieron una tarde lluviosa desde Capital Federal con sus dos Hondas Transalp, equipadísimas y llenos de expectativas solidarias.
En aquel momento también hubo caravana motoquera de despedida, muchos aplausos y banderitas. Fue el momento inicial en que Sebastián comentó “Sería más fácil permanecer cómodos en nuestros respectivos trabajos, pero tanto Matías como yo sentimos profundamente que debemos comprometernos de lleno con la problemática y apostar una verdadera jugada para buscar datos que aporten soluciones”. Matías, por su parte con verdadera emoción decía, “contamos con las motos, contamos con experiencia y por sobre todas las cosas contamos con un anhelo muy fuerte de poder protagonizar este proyecto, nuestro proyecto de Agua dulce-Moto Destino, exhaustivamente planeado”. El resto, lo que trajeron con ellos, es largo de contar: esos rostros cansados de niños que tanto caminan para acarrear un balde de agua, la epopeya del día a día por senderos sin nombre, el logro de conseguir filtros de agua donados por una empresa comprometida, y tantas otras experiencias fructíferas en post de soluciones, que fueron posible gracias al aporte de algunos auspiciantes y más de 20 mil seguidores de la página web, que alentaron cada paso dado por estos dos protagonistas, que son un ejemplo de jugada solidaria. Los que crean que es posible aportar al menos una gota de agua pura por un mundo más justo, están convocados a la caravana del sábado. La propuesta de Sebastián Pedro y Matías Hardy es ante todo, propiciar la concientización además de compartir vivencias, conocer personalmente a algunos de sus seguidores y reencontrase con viejos amigos en este momento de llegada formal, tras recorrer todo el continente americano.
PARA PERIODISTAS: cel de contacto 011 1560118283 (Sebastián) o 011 15 6008 79 84. (Gabriela) 011 15 67893767 (Matias)
Matías y Sebastián hicieron 60.000 kilómetros por América latina a bordo de dos motos. Salieron el 28 de diciembre del 2009.
El objetivo del viaje fue conocer más sobre un recurso del cuál se está hablando más en la actualidad: el agua.
El Agente 13 estuvo en la casa de Matías Hardy, quien concluyó a su vuelta que el problema no es la carencia del recurso sino la mala distribución.
“A lo largo del recorrido, observamos que un litro de agua sale más que un litro de gasolina” argumentó.
Cuando el Agente quiso averiguar sobre cuales fueron las cosas que más le habían llamado la atención, el viajero no dudo y dijo:
“Es una experiencia muy fuerte pero lo más fuerte fue darme cuenta que nunca salí de Argentina porque somos todos parecidos los latinoamericanos, con culturas diferentes pero la gente es mucho más buena que mala.”